¿Cómo y cuándo encender la calefacción de gas natural?

En ocasiones podemos tener dudas sobre el uso de la calefacción, sobre cuando debemos encenderla, cuando dejarla apagada o como hacer un uso correcto y eficiente de ella.
Queremos ofrecerte algunos consejos para disfrutar en casa de una calefacción y un consumo más eficiente.


¿Cuándo encender la calefacción?

Si tenemos la calefacción durante las 24 horas del día encendida, el gasto de energía a va a ser contante, y si decidimos encenderla únicamente en los momentos en los que la vivienda se enfría, la calefacción necesitará más energía para calentar y gastará más.

La mejor forma de ahorrar energía en estos casos es teniendo la calefacción encendida únicamente cuando estemos en el domicilio y apagarla durante la noche. Si mantenemos la temperatura de la casa de forma constante, serán muy pocos grados lo que le pediremos a la calefacción cuando la encendamos, por tanto, el gasto será mucho menor.

Podemos pensar que hay situaciones, como al levantarse por las mañanas o al llegar del trabajo, que nos apetece que la casa tenga ya una cierta temperatura. En este caso, la mejor opción es tener un termostato programable instalado, con el que podemos decidir cuando queremos que se encienda y se apague la calefacción.

En resumen, dado que la gran mayoría de viviendas hoy en día disponen un buen aislamiento que permite conservar la temperatura, lo mejor es mantener encendida la calefacción sólo en los momentos en los que estemos en el domicilio y apagarla si nos vamos de casa y durante la noche.

 

¿A cuántos grados se pone la calefacción?

Según el IDEA (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), la temperatura ideal y de confort en una casa, debe ser de entre 20º y 21º durante el día y entre 15º y 17º durante la noche. Se debe ajustar el encendido de la calefacción al horario real d e ocupación de la vivienda y apagarla por la noche.

Hay que tener en cuenta que aunque pongamos la calefacción más alta, no vamos a conseguir antes alcanzar la temperatura deseada, siempre que tengamos la temperatura por encima de los 23º, notaremos sensación de incomodidad, no descansaremos correctamente y, además, el gasto de energía va a ser mayor.

Esto es debido a que con estas temperaturas lo que conseguimos es resecar el aire en vez de subir la temperatura antes.

 

 

Mejorar la eficiencia

Por último, mencionaremos otros factores que pueden influir en la eficiencia de la calefacción:

  • Hemos mencionado anteriormente la importancia de mantener la vivienda a una temperatura constante y de las ventajas de poner un termostato programable.
  • Podemos aprovechar las horas de más luz para beneficiarnos del calor natural y así ir acumulándolo para que sea más fácil y rápido llegar a la temperatura deseada. De igual forma, es aconsejable cerrar persianas y correr cortinas cuando empiece a atardecer.
  • Revisar si tenemos alguna fuga por los bajos de las puertas, ventanas o rejillas nos ahorraría posibles pérdidas de temperatura.
  • Es importante regular la calefacción coincidiendo con tus horarios, es aconsejable programar el encendido una hora antes de volver del trabajo o antes de levantarse por la mañana. Evitar aclimatar las habitaciones que no se usan y mantener sus puertas cerradas, también es una buena medida a aplicar.
  • El aislamiento térmico, tanto de las paredes, como del suelo y el techo, es muy importante para conseguir que la temperatura se mantenga constante durante el máximo tiempo posible. Las paredes suelen tener aislantes interiores, pero en los suelos es efectivo el uso de alfombras y para los cristales que sean dobles y con el marco de aluminio.
  • Uno de los malos hábitos que afectan a la eficiencia, es secar la ropa colocándola encima de los radiadores, esto provoca que hagan un esfuerzo mayor y, por tanto, consuman más. Hacer esto es parecido a tener la calefacción encendida y las ventanas abiertas. Por tanto, es aconsejable evitar este tipo de prácticas.

Hay que tener en cuenta que todos estos consejos, no sólo nos van a ayudar a ahorrar en la factura, si no que vamos a contribuir al ahorro en recursos naturales y, por tanto, a reducir la contaminación y a conseguir una mayor sostenibilidad.